La RAE define al mentor como: consejero, guía, maestro o padrino. Yo añadiría COMPAÑERO.
Porque por muy entendida que sea una mentora en un tema determinado, seguro ella también aprenderá de ti en muchos otros aspectos. Así que ante todo, una buena mentora es una compañera de viaje.
Por eso trabajar con una mentora es no sentirte sola en el camino del emprendimiento.
Incluir una mentora en tu proyecto te traerá éxito profesional y crecimiento personal.
¿Cuántas veces no has sentido el frío de la soledad trabajando como autónoma? ¿Cuántas veces, pese a tener un equipo, no te has sentido sola delante de las necesidades de tu negocio?
Te diré que sentirte así es totalmente normal. El camino que has decidido tomar tiene eso, muchos momnetos de soledad, de incertidumbre, etc. Porque no nacemos con todo enseñado, debemos aprender de muchas cosas y ser TODO lo que tu negocio necesitas y eso, amiga, no es posible.
Es po eso que delegar es una de las cosas más sanas que puedes hacer. Es sano para ti y para tu negocio.
Pero, ¿Qué ventajas tiene trabajar con una mentora?
Son muchas las ventajas de trabajar con una mentora. Pero aquí te dejo las más relevantes:
- Te da seguridad en que los pasos que estás tomando son los correctos. Te ayuda a cubrir los conocimientos que a ti se te escapan y que, a menudo, no tienes tiempo para aprender, sobre todo para saber qué es mejor. Puedes aprovechar su experiencia para así, no cometer errores y caminar por una camino más llano y más firme.
- Logras antes tus objetivos. Evidentemente, no es lo mismo ir por libre probando cosas, que ir de la mano de alguien que ya sabe por qué funciona y que no. Que tiene un saco lleno de estrategias y que va a usar las que le sean más propicias a tu negocio.
- Estás acompañada. Y es que hay momentos en los que poder desahogarte con alguien que comprende bien tus inquietudes y tus pensamientos, es todo un lujo. Pero eso, una mentora lo hace, además de recargarte de vitalidad, motivación e ilusión.
- Los beneficios superan los costes. Ya sean económicos o emocionales. Los beneficios de trabajar con una mentora a menudo van a superar los costes que genera estar en un proceso de mentoría. Si no piensa en tu situación actual y siendo sincera contigo misma, ¿no crees que te podrías beneficiar de un proceso así?
Estas son las ventajas que más se repiten cuando les pregunto a las mujeres que han estado en mentoría conmigo. Y te puedo decir que hay bastantes más, porque cada persona vive este proceso a su manera y extrae de mí y del camino que empezamos juntas lo que más necesita y lo que mejor le viene.
Si quieres saber más sobre las mentorías y sobre cómo podríamos trabajar juntas, te invito a que eches un vistazo a mis servicios y que reserves una consultoría gratuita de 45 minutos para vernos y hablar sobre las posibilidades de vivir este maravilloso proceso.
Si has estado en algún proceso de mentoría, ya sea conmigo o no, me gustaría que me dieras tu opinión sobre cómo has vivido este proceso. Te leo en los comentarios.